ENTRE LA MAR Y EL RÍO

La guitarra siente el agua cercana,

se llena de río, se mece en la playa.

Vuelve de madrugada ahíta de nubes,

de espuma, de arena; rezuma nostalgia.

 

Entre la mar y el río la veo tumbada,

con el pelo recogido y su cuerpo naranja.

Entre el río y la mar las caracolas se acercan

para verla pasar.

 

Ay, si yo pudiera, si yo pudiera tocarla,

si yo pudiera decirle que mantengo la esperanza.

 

Entre la mar y el río la veo tumbada,

con el pelo recogido y su cuerpo naranja.

Entre el río y la mar las caracolas se acercan

para verla pasar.

 

La guitarra me llena el alma,

y mis dedos no pueden, no pueden tocarla.

 

                      Carlos Vargas