NADIE MÁS EXISTE
Me aquieta verte cuando actúo,
tus ojos mirándome desde la penumbra.
Y yo cantando y tocando solamente para ti.
Tu eres mi único destino, no hay necesidad
de compartirlo con cualquier otro estímulo.
Y yo cantando y tocando solamente para ti.
Como si no existiera nada más, como si no hubiera nadie más,
como si no existiera nada más, como si no hubiera nadie más,
como si no existiera nada más, como si no hubiera nadie más,
como si no existiera nada más, como si no hubiera nadie más,
porque nadie más existe.
Tu piel oscura y perfumada envolviendo la sala,
to olor llenándolo todo, llegando hasta mí.
Y yo cantando y tocando solamente para ti.
Dependiendo de tu mirada, alterándome los sentidos,
inspirándome en lo que nos une.
Adquiriendo seguridad a medida que lo que digo
se impregna de lo que eres,
expandiéndolo hacia los demás y así se cierra el círculo.
Como si no existiera nada más, como si no hubiera nadie más,
como si no existiera nada más, como si no hubiera nadie más,
como si no existiera nada más, como si no hubiera nadie más,
como si no existiera nada más, como si no hubiera nadie más,
porque nadie más existe.
Carlos Vargas