NO OÍR
El terrible enfrentarse a un papel en blanco,
el ir hilvanando palabras.
El volver una y otra vez sobre lo escrito y nada,
No avanzar nada, no avanzar nada.
Ni desnudo ni con ropa, ni en el campo,
ni en mi casa, ni en la arena.
Ni garabateando en una piedra con otra piedra.
No avanzar nada, no avanzar nada.
El terrible enfrentarse cada día a la soledad,
el intentar oír a Dios en todas partes, y no oír,
el intentar oírlo en mi y no oír.
No avanzar nada, no avanzar nada.
El saber que siempre está, siempre está esperando,
que le diga algo de verdad, que utilice el canal adecuado.
Que todo está en mi y en Él y no saber.
No avanzar nada, no avanzar nada, no avanzar nada.
Carlos Vargas