DESPERTAR

He acariciado tanto mi sueño
que no sé si lo deseo,
he acariciado tanto mi sueño
me asusta pensarlo así.

Me parece monstruoso
haberlo matado dándole vueltas,
me parece monstruoso
dándole vueltas en el cerebro.

Ahora que casi podría alcanzarlo
parece que se esfume.

Pasa por aquí, está a mi lado
ahora debería gritarle, gritarle.
Pero me quedo mudo,
me siento extranjero
y vuelvo a casa un poco más viejo,
para seguir persiguiendo un sueño.

                      Carlos Vargas