ERES
Eres como el atardecer
cada día nuevo, cada día precioso,
eres como la lluvia
que atraviesa el rostro de la tierra.
Eres como la hierba tierna, plena de rocío,
henchida de lágrimas de felicidad.
Eres como las nubes
y como cada nube esponjosa y tibia
dulce, nube dulce de las ferias.
Eres como el agua del mar,
que transporta alimento a tantos seres.
Eres amiga de la brisa y su perfume
de la espuma, de la orilla, de la ola
que se forma en cada instante.
Tú eres nutritiva, tímida, callada,
tú eres mi tesoro, miel en tu mirada,
música y pulso constante.
Hueles a distancia en la noche
hueles a musgo, hueles a tierra,
receptiva, húmeda, abierta y eterna.
Carlos Vargas