RESPIRANDO TU MELENA
Sentado en mi rincón
oyendo el ruido de la calle,
viendo pasar cada instante.
Mi pensamiento vaga
entre luces y colores,
el verde se hace azul
y todo desaparece.
Me parece que fue ayer
cuando aún soñaba contigo,
soñaba estar con tu cuerpo,
soñaba con tu cariño.
Y ahora vives en mi casa,
estoy cogiéndote las manos,
y aunque no estés presente
siento tus brasas quemarme.
Y ese olor, esa frescura
que impregna el aire,
esos ojos oscuros y enormes.
Mi cara respirando tu melena
y esos labios con forma
de corazón sangrante.
Yo procuro respirar,
despejar la cabeza, oír mi mundo,
pero ya nada es igual,
tu tiempo y tu espacio lo han trastocado todo.
Ni mi amor al mundo
ni mi tranquilidad,
ni reflexionar
sobre la eterna soledad;
nada me apuntala en mi zozobra.
Carlos Vargas